domingo, 16 de junio de 2013

Un sábado fuera de lo normal...

El día de ayer tuve una experiencia diferente a las cuales estoy acostumbrada a tener, realmente no pensé qué fuera tan posible sorprenderme, al haber estado conviviendo continuamente con personas que viven muy de cerca la tragedia humanitaria que se vive en México.  Por personas que recientemente han llegado a mi vida, tuve la oportunidad de visitar una casa de recuperación de jovencitas que ha experimentado una situación de trata de personas. La cita fue el día sábado muy temprano, uno de los fundadores de Reintegra, Germán del Villar paso por mi junto con su esposa, en el lugar acordado. Fue un viaje con mucha expectativa, pues habían muchas preguntas en mi mente: ¿A dónde me llevarán? ¿Qué encontraré? ¿Cómo reaccionaré? ¿Qué tengo que hacer? , Uff eran bastantes que no sabía cómo actuar. En un primer momento, tenía mucha ansiedad al llegar al lugar, sin embargo trataba de generar más confianza – con mi labor de defensora, he desarrollado una alta desconfianza ante lo desconocido – y, de pronto abrimos una puerta y al cruzarla, encontramos a una joven simpática, con acento sureño, y en ese momento mi mente se volcó al pueblo centroamericano, sin embargo estrella es del estado de Veracruz, una joven de 26 años, la cual vivió una situación de trata en la zona de la Merced, después poco a poco fueron saliendo, su compañera de dolor y de alegrías M, la cual también era del estado de Veracruz, y formo parte de las “Cuatro fantásticas” (así les llaman por que fue el grupo de cuatro mujeres rescatada en la Merced), luego L, y P, al final se acercó una niña con una cara aún con demasiada inocencia, de nombre N, una chica muy abierta, bastante tranquila y se puede detectar que ella ya tiene un manejo mayor con terapeutas, sobre todo por la lucidez en el hablar. N, me empieza a referir cada caso, con mucha naturalidad y a sus escasos 20 años, tiene una madurez emocional, que ya quisiera tener yo. Me menciono que tiene muchos proyecto y entre ellos, es el continuar la universidad en la carrera de Comunicaciones, que su pasión es leer, y lo que más me dejo sorprendida es la luz en sus ojos con mucha esperanza. Es cuando pensé, ¿qué capacidad tenemos los seres humanos de poder “sobrevivir”, de situaciones difíciles, y seguir viviendo? ¡Qué experiencia de vida!
Poco a poco, las chicas fueron abriéndose conmigo, sin embargo esa sensación de no tener “ese permiso” para poder preguntar, se hacía más palpable. Sin embargo, en medio de la dinámica se dio un poco más fluida la conversación. Me contaron como hacían para soportar las jornadas de 12 a 15 horas que los fines de semana hacían, qué no tenían un día de descanso, sobre “ese frió que hace a las 3 de la mañana”, cosas que ellas la decían con ciertas normalidad, y que para mí, me llenaba de horror, y mi lado visceral, estaba a punto de llorar. 

Ellas sin el aparente menor resentimiento lo decían; ya cuando me empezaba adaptar a esa mezcla de alegría y un recuerdo algo tormentoso, se probaron ropa para un evento que tendría el día lunes, yo mencioné sobre mi aversión a los zapatos con tacón alto, y el hecho que eso provoca una gran hinchazón en mis pies, ellas algo extrañadas me mencionan que es muy “fácil caminar, y que debería de ver las zapatillas que utilizan para caminar”,  en ese momento estrella sube por sus zapatos, y al bajar, cual es mi sorpresa, unas plataformas con una mariposa dentro de la base. Ellas las camina muy bien, deberías de ver – menciona otra de ellas -, hasta corre con ellas, cuando había operativo, intento subirme en ellas – ya que no es ponérmelas, sino subirme en ellas – y solo logré mantener el equilibrio sujetada de una baranda. Cada cosa que compartían, ellas con una gran naturalidad, para mí solo representaba lo más obscuro del ser humano. Intentaba adecuarme a la plática, poder sentir lo que ellas habían vivido, a sus escasos veinte años…en ese momento, pensé en mis primas, sobrinas, amigas, conocidas que pudieron ser ellas. Al no haber muchas preguntas de mi parte, y sobre todo con esta sensación extraña de no saber qué decir, siguieron en su rutina, y lo que hice, fue abrazar con mi forma “fría”, a una de ellas. Me senté le pregunte alguna vanalidad, y de repente lleva N, ella empieza ayudarme con la conversación, y poco a poco comienzo a identificar a una de ellas, ya que su caso fue muy sonado y ya lo ha había visto en las redes sociales, una joven de no más de veinte años, la cual fue robada en el estado de Morelos, por dos camioneros, con un intento de suicidio en su haber, y su sorpréndete sentido de la conservación humana, me vino a la mente. Estrella dos (se supo que ambas habían usado el mismo seudónimo sin querer), es callada, y solo se limita a ver su celular, le comento, ¿eres tan callada? N, me responde, es porque no te conoce, pero después no hay quien la aguante. Llego Germán, y apoyo en la conversación, sin embargo no dejaba de sorprenderme la capacidad de vivir, después de lo que sucedió, y reconstruirse, estrella 2, menciona que quiere estudiar cultora de belleza, pero pocas veces me sostiene la mirada, y solo se centra en mandar mensajes por su celular.

Al final, le menciono a German que necesito irme, el amablemente acepta llevarme cuando yo diga, en el camino voy pensando tantas cosas, como que…solo somos producto de circunstancia, y qué también la trata es un fenómeno que no actúa aisladamente, y esto lo menciono ya que es resultado de varios problemas sociales, como la desintegración familiar, el abandono y hasta cierto punto, el individualismo que actualmente la sociedad experimenta de forma más aguda. En el camino, nos acompaña estrella (uno), y va platicando sobre su vida y sus sueños, qué ella fue niña de la calle, y que quisiera apoyar a este sector desprotegido, Germán en todo momento, se encuentra proactivo y receptivo a las necesidades de las jovencitas.

Definitivamente, fue una experiencia fuerte, y muy reflexiva…solo me resta agradecer a la fundación reintegra y  Germán del Villar, los cuales me dejaron formar parte por unos segundo de su realidad diaria.

Para mayores informes de la fundación y como donar: http://fundacionreintegra.org.mx/

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