La reforma más saludable y visionaria para México en el campo migratorio sería documentar y entregar permisos de tránsito a migrantes de Centroamérica y de otras regiones que buscan ingresar a Estados Unidos desde territorio nacional. Para dar idea de su orientación y alcance, la nueva legislación podría titularse Ley de seguridad humana y desarrollo en el ámbito de la migración.
21 de febrero, 2011
Estimadas Senadoras y Senadores:
México es uno de los países donde más se violan la dignidad y derechos de los migrantes. Es también o consecuentemente un país donde la delincuencia organizada, la corrupción y la impunidad asociadas al fenómeno migratorio hacen un grave daño al cumplimiento de la ley, a la seguridad de personas y comunidades, y a la autoridad moral de la nación.
La fuerte vulnerabilidad de las y los migrantes en su paso por el país, y el abuso extremo de que son víctimas ha convertido a México en territorio de caza de migrantes, o como ellas y ellos mismos lo expresan, en un verdadero infierno.
De ahí que la Iniciativa para crear una Ley de Migración presentada el pasado 9 de diciembre por dos Senadoras y ocho Senadores del PAN, PRI y PRD ofrezca al Poder Legislativo una singular oportunidad para sacar a México del atraso y horror migratorios en que se encuentra.
Dicha Iniciativa tiene entre sus cualidades que da un lugar prominente a la protección de los derechos humanos de todo migrante, independientemente de su condición migratoria, busca ser “integral,” y pretende armonizar el marco normativo migratorio con documentos internacionales que México ha firmado y ratificado.
Sin embargo, la Iniciativa presenta también serias deficiencias y huecos que en la práctica anularían sus virtudes y agudizaría la tendencia de México a imitar las inhumanas y contraproducentes políticas migratorias de Norteamérica y de estados como Arizona. Por ejemplo, la Iniciativa:
• Considera a la seguridad humana de los migrantes –protección de su dignidad, libertad y derechos- como distinta a la seguridad pública y subordinada a ésta. De ahí que los residentes legales queden todo el tiempo bajo control de las autoridades migratorias, y que las indocumentadas e indocumentados en tránsito a Estados Unidos deban ser detenidos, “asegurados” y deportados.
• Ignora que la seguridad humana de los migrantes representa la estrategia efectiva para preservar la seguridad pública en el ámbito migratorio, esto es, para resguardar el bienestar de personas y comunidades, y a la vez, para combatir eficazmente a la delincuencia organizada y la corrupción de autoridades.
• Pretende cerrar las fronteras sur y norte a la migración indocumentada de Centroamérica y de otras regiones, y aunque parezca increíble, cerrar la frontera norte a las propias mexicanas y mexicanos que busquen cruzar a Estados Unidos sin papeles y por lugares no “destinados” o “designados.”
• Deporta a migrantes por el simple hecho de trabajar sin tener autorización para hacerlo.
• Multa a migrantes temporales y permanentes “que no informen a las autoridades migratorias de cambios a estado civil, domicilio o lugar de trabajo, o lo hagan extemporáneamente.”
• Sanciona “a cualquier particular que reciba en custodia a un extranjero y permita que se sustraiga del control del INM.”
Por otra parte, en la exposición de motivos la Iniciativa ignora por completo el papel condicionante y con frecuencia determinante que juega Estados Unidos en el fenómeno migratorio que tiene lugar en México.
Debido a su política migratoria que no regulariza la demanda real de trabajadoras y trabajadores internacionales, y que retarda innecesariamente las visas de reunificación familiar, Estado Unidos es el principal responsable de la existencia de flujos migratorios indocumentados en territorio mexicano.
En consecuencia, esa política ha originado un crecimiento sin precedente de la delincuencia organizada en el campo de la migración, así como de la corrupción e impunidad de funcionarios y agentes del orden.
Nada justifica que México siga pagando el alto costo humano, social, político e internacional que le imponen en su territorio las erradas políticas migratorias de Estados Unidos. La realidad actual representa el peor de los mundos: por una parte, el Capitolio y la Casa Blanca no acuerdan una reforma migratoria que disminuya sustancialmente los flujos de migración indocumentada, y por la otra, redes de traficantes de migrantes y de trata de personas se mezclan con redes de narcotráfico elevando a niveles sin precedente su capacidad de violencia, y su poder para amenazar y corromper autoridades.
POR LO MISMO, ES NECESARIO DOCUMENTAR Y ENTREGAR PERMISOS DE TRÁNSITO A MIGRANTES DE CENTROAMÉRICA Y DE OTRAS REGIONES QUE BUSCAN INGRESAR A ESTADOS UNIDOS DESDE TERRITORIO NACIONAL.
DE ESTA MANERA LAS Y LOS MIGRANTES EN TRÁNSITO CONTARÍA CON LIBERTADES Y DERECHOS PLENOS EN TERRITORIO MEXICANO. DE ESTA FORMA ASÍ MISMO SE ENFRENTARÍA DE RAÍZ LA VULNERABILIDAD DE LOS MIGRANTES EN TRÁNSITO FRENTE A QUIENES ABUSAN DE ELLAS Y ELLOS, SEAN FUNCIONARIOS DE MIGRACIÓN, POLICÍAS O MIEMBROS DE LA DELINCUENCIA ORGANIZADA.
Una reforma de esta naturaleza traería importantes beneficios a la seguridad humana de las y los migrantes, a la seguridad pública de personas y comunidades en las rutas de tránsito a Norteamérica, al cumplimiento de la ley, y a la autoridad moral de México en el mundo.
La respuesta al enojo que seguramente manifestaría Estados Unidos por documentar a migrantes en tránsito sería clara y de sentido común: que lleve a cabo su propia reforma migratoria para resolver de raíz la migración indocumentada.
El gobierno norteamericano ha dejado en claro que sus decisiones sobre migración son de carácter soberano y responden a sus intereses, le guste o no a México, le beneficie o lo dañe. Con base también en facultades soberanas y el interés de la nación, México documentaría a migrantes en tránsito a la Unión Americana. La soberanía mexicana no es inferior ni está subordinada a la estadounidense.
Existen otros asuntos claves que la Iniciativa presentada al Senado no considera y que deberían formar parte de una política migratoria integral. Por ejemplo:
• Derecho a no emigrar. Establecer estrategias de desarrollo humano y sustentable que tengan como base la creación de empleos con salarios remuneradores.
• Incentivos a la diáspora mexicana. A fin de detonar el gran potencial que las ciudadanas y ciudadanos mexicanos en el exterior representan para el desarrollo equitativo y sustentable del país sería necesario crear en beneficio de ellas y ellos incentivos para el ahorro, la inversión, el comercio y la creación de empresas. México debería ofrecer a su diáspora incentivos similares a los que otorga a compañías e inversionistas extranjeros.
• Intercambio de capital humano. Para revertir la onerosa pérdida de capital humano, México debe promover el intercambio de estudiantes, trabajadores especializados, técnicos, académicos, profesionistas, creadores y empresarios mexicanos en el extranjero con sus contrapartes en el país.
• Atracción de inmigrantes. Para cumplir con propósitos similares al punto anterior, y a la vez para enriquecer la composición social y las expresiones culturales del país, México requiere establecer programas especiales de atracción de inmigrantes permanentes y con opción a la ciudadanía. Una de las alternativas al respecto sería aprovechar a hombres y mujeres que no obstante haberse jubilado poseen conocimientos y habilidades que serían de gran provecho para fortalecer el capital humano de México.
Propuesta de procedimiento legislativo.
La Iniciativa presentada en el Senado para crear una Ley de Migración no debe dictaminarse al vapor.
El abuso, maltrato, robo, extorsión, trata, violación, secuestro, tortura y asesinato de migrantes en territorio mexicano demandan un cambio profundo en las leyes y políticas migratorias de México. Pero es justamente tan dramática y vergonzosa realidad la que obliga a caminar despacio porque tenemos prisa.
A fin de crear una amplia base social de apoyo a las nuevas leyes, instituciones, y políticas migratorias es necesario que el Congreso de la Unión lleve a cabo consultas con distintos actores afectados e interesados. Entre ellos se incluiría en primer lugar a representantes de organizaciones de migrantes y de protección a migrantes tanto mexicanas como de Centroamérica, así como a representantes de organizaciones de mujeres, niñas, jóvenes, trabajadores, profesionistas, empresarios y religiosos.
Requerimos construir un piso básico de consensos sobre el fenómeno migratorio que tienen lugar en México. Consensos que nos pongan a la vanguardia del aprecio a las mujeres y hombres migrantes, y a la cabeza también de la plena integración de ellas y ellos a la construcción de un mejor futuro para todos.
Atentamente,
• Dra. Ana María Aragonés, Profesora-Investigadora, Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, DF.
• Gonzalo Badillo Moreno, Especialista en migración y derechos humanos, México, DF.
• Dra. Aurora Camacho de Schmidt, Profesora Asociada de Español y Estudios Latinoamericanos, Swarthmore College, Swarthmore, PA.
• Dra. Alejandra Castañeda, Especialista en Migración, San Diego, CA.
• Matteo Dean, Periodista Independiente y Experto en temas migratorios de México y globales, Roma, Italia.
• Gerardo “Jerry” Domínguez, Director de Programas Estratégicos para el UFCW-Local 5, y miembro de la Coalición México-Americana por una Reforma Migratoria, San Francisco, CA.
• Embajador Leonardo Ffrench Iduarte, ex Cónsul General en Denver, CO y Chicago, IL, Cuernavaca, Mor.
• Francisco Garcidueñas, Consejero del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, 2003-2005, Los Ángeles, CA.
• Martín González, Mesa Directiva del Distrito Escolar de Portland, Portland, OR.
• Mtra. Antonieta Mercado, Candidata al Doctorado en Comunicación, Universidad de California en San Diego, San Diego, CA.
• Ing. Carlos Ortiz, Red Latinoamericana, Zúrich, Suiza.
• Ing. Luis E. Pelayo, Concilio Hispano, Chicago, IL.
• Dr. Javier Perucho, Especialista en Literatura de Migrantes y sobre Migrantes, México, DF.
• Juvencio Rocha Peralta, Presidente, Asociación de Mexicanos en Carolina del Norte (AMEXCAN), Greenville, NC.
• Mtro. Primitivo Rodríguez Oceguera, Consultor en asuntos migratorios, México, DF.
• Dr. Juan Manuel Sandoval Palacios, Coordinador General, Seminario Permanente de Estudios Chicanos y de Fronteras, DEAS-INAH, México, DF.
• Carolina Vázquez Rubio, Artista Visual, México, DF.